martes, 20 de octubre de 2009

Regreso al hogar

Pues sí, regreso a esta suerte de hogar que es el blog después de un abandono que comenzó de manera natural durante las vacaciones pero que se ha prolongado más de lo debido. Mi vida transcurre feliz pero inestable. Tenía el proyecto de retomar el blog cuando se fuera estabilizando (algo, en principio, previsto), e incluso de poner en práctica la idea, pensada desde hace mucho, de actualizarlo con una periodicidad fija, aunque fuera modesta, para evitar ese vaivén de entradas apelotonadas y silencio. La cuestión es que la vida no se me ha estabilizado y he ido posponiendo, de manera pareja, la estabilización del blog. Ahora, a la fuerza ahorcan: ha comenzado la temporada del Teatro Alhambra y Rafael y yo volvemos a ser el tándem acreditado de fotógrafo y crítico que envía Granada digital. La obra fue Regreso al hogar, de Harold Pinter. Dejo aquí un enlace de mi primera crítica de esta temporada, y doy así por inaugurada la del blog.

Harold Pinter o la deconstrucción de la familia

martes, 15 de septiembre de 2009

De vuelta

Después de la vuelta paulatina a la actividad tras las vacaciones (que en mi caso vivo como una intensificación), de numerosos papeleos, incertidumbres y expectativas, vuelvo al blog, que retomará su actividad en breve.

lunes, 17 de agosto de 2009

Trabajo y vacaciones

Podría decir que el blog ha estado cerrado por vacaciones, pero lo cierto es que ha estado cerrado por trabajo, mayormente burocrático: primero, los papeles de la beca y, luego, los papeles para que aprueben el proyecto del nuevo grado de "Literaturas Comparadas Europeas", en cuya comisión de creación estoy. Después, y nos ponemos ya a finales de julio, estuve en Vélez Málaga-Torre del Mar en un curso de, justamente, Literaturas Europeas organizado por el departamento. Iba como asistente pero, por cuestiones organizativas, acabé incluso participando en una mesa redonda, donde tuve que improvisar (gracias a Dios que existen los portátiles y las conexiones wi-fi) unas palabras sobre el Modernism como, quizá, el último gran movimiento literario europeo. Por cierto que la conferencia del profesor Javier Huerta Calvo sobre la farsa en Europa, con sus variantes en los distintos países de figuras como el loco, el bufón, el cornudo etc, pero con el mismo sustrato común carnavalesco y (verdaderamente) transgresor resultó magnífica. También lo fue la convivencia con los compañeros, algunos ex-alumnos míos.

Después ha venido un periodo que he estado aprovechando para cerrar algunos flecos y preparar algunos trabajos (mayormente artículos) que tengo pendientes, todo él entreverado con cierta desidia, lectura por placer y más papeleo. Y mañana me voy con Rafael a Madrid, a ver la exposición de Sorolla en El Prado, y también la de Anne Leibovitz (yo, por pura devoción a la Sontag, cuya noción de "Sensibilidad surrealista" es una de las claves de bóveda de mis tesis), aparte lo que se tercie, pues allí nos encontraremos con cuatro amigos más.

Y la semana que viene nos marcharemos cuatro días a la IV Edición del Curso "Agua y cultura" del Balneario de Lanjarón, en la que este año ejerzo como coordinador: los días, ya casi una costumbre más que vuelve, de conferencias y recitales alterados con baños de burbujas, saunas, masajes y exfoliaciones.

Después, Dios dirá. Lo más probable, en cualquier caso, es que no retome el blog hasta septiembre.

P.S.- (No hablé aquí ni de la experiencia que supuso enfrentarse a una representación real, en vivo, de un clásico como El lago de los cisnes por primera vez, con esa mezcla curiosa entre la expectativa por lo ya sabido y el asombro de lo que sólo se descubre en contacto con la cosa misma; ni de la emotiva, precisa, magistral y per-fec-ta ejecución de Barenboim del Tercer concierto para piano de Beethoven, como solista y director.)

lunes, 6 de julio de 2009

Voilà la Carmencita!

La primera grata sorpresa de la Carmen de anoche fue que, aunque estaba anunciada como versión de concierto, lo cierto es que se representó: era la orquesta la que estaba en el escenario, pero los solistas y el coro se movieron entre ella escenificando plenamente la obra; incluso aprovecharon el primer piso del palacio o, en el último acto, irrumpieron desde atrás, desde el patio de butacas, interactuando con el público. Cierto que no había ni vestuario ni escenografía, pero no hacía falta.

Quizá es de las pocas veces en que, en una representación de ópera, la orquesta y el coro brillan por encima de los solistas. Aunque, tratándose del Coro Monteverdi y la Orquesta revolucionaria y Romántica, pero, sobre todo, del creador y director de ambas, Sir John Eliot Gardiner, la cosa no sorprende tanto: el espectáculo es él, su concepción de la música, su idea global de la obra que esté acomentiendo en ese momento. Esta Carmen es Gardiner como Madame Bovary era Flaubert.

Por tanto, nos encontramos con lo esperado, lo que en este caso quiere decir algo muy bueno: espectacularidad a raudales -marca de la casa de Gardiner, como me hizo notar muy inteligentemente mi amiga Begoña-, lo que en el caso de Carmen resulta de lo más apropiado, y novedades. La principal fue la adición de un número inédito (a saber de dónde lo ha sacado G.): tras el primero, la escena de los soldados con Micaela, cuando éstos vuelven a su quehacer, "mirar a la gente que pasa", en lugar de irrumpir el toque de trompeta del cambio de guardia, comentan un episodio de galanteo adúltero que sucede ante sus ojos.

Luego estaban los maravillosos detalles; por ejemplo: el preludio del tercer acto, que suele interpretarse de una forma muy lírica, aquí se hizo con un carácter mucho más "rústico" que de costumbre, sacando a las maderas timbres más como de instrumento popular, con los primeros solistas de cada cuerda ejecutando un extraño bordón que acentuaba un inusitado tono pastoril, evocando de repente aires de danza campesina francesa... Y así, pequeñas sorpresas a lo largo de toda la obra que conseguián desautomatizar una partitura tan oída.

Pero creo que si merece destacarse algo es la asombrosa actuación del coro Monteverdi: con la dificultad que supone actuar alrededor de una orquesta como grupo, inclusive peleándose o subiéndose unos encima de otros (literalmente), dispersándose para volverse a agrupar (cigarreras, soldados, vendedores), conservaban un empaste perfecto (¡parecían estar siempre juntos!), y eran capaces de las dinámicas más atrevidas, pianos súbitos, fortes poderosos, todo sin perder la musicalidad, ni la claridad en la línea melódica o la trabazón polifónica.

Otra velada memorable, de esas que colocan al Festival de Granada en el primer nivel, sin complejos. La voilà!, voilà la Carmencita!

jueves, 2 de julio de 2009

Mariola Cantarero en concierto

No estuve en el recital de Mariola Cantarero anoche. Lo escuché por cortesía de RNE, que lo retransmitía para España y el resto de Europa vía Eurorradio. Pero Rafael no sólo estuvo, sino que cantó en él, como miembro del coro de la OCG que es. Enlazo su entrada sobre el concierto, foto incluida. Nótese el cambio de la Mariola de andar por casa que yo describía y la que aparece retratada, lista para salir a escena: el el salto inmenso que va de las bambalinas del día de antes a los focos del día de.

Gracias, Mariola

miércoles, 1 de julio de 2009

Mariola Cantarero en la intimidad

Anoche estuve en el ensayo general del concierto que hoy dará Mariola Cantarero en el Festival, donde se enfrentará a alguna de las arias más famosas, lucidas y difíciles de la Historia de la ópera (si alguien está interesado, esta noche lo retransmite en directo Radio Clásica a partir de las 22;30). Si cualquier behind the scenes resulta siempre interesante, en este caso ha sido una experiencia verdaderamente fascinante por el contraste entre el glamour que se espera para esta noche -vestido largo y nervios- y el desenfado del ensayo de ayer; entre el lirismo de la música o el melodramatismo de las letras -escena de la locura incluida- y la actitud de la soprano, que actuaba como cualquier profesional que trabaja (ensaya) cuando nadie la ve (sólo que en este casi la veíamos). Mariola se presentó con un vestido tipo camisola, literalmente de playa, bajo lo que pudiera haber sido perfectamente un bañador, rodillas al aire: parecía recién llegada de Torrenueva, le faltaba el bolso con la revista de pasatiempos y el aftersun. Pero lo más divertido era la actitud y la gestualidad: en lugar de las manos en el pecho o en la frente, afectando deseseperación ante las traiciones o desamores de la trama, seguía el ritmo de la música con la cabeza, como si escuchara pop, o hacía gestos de indiferencia o acusando la rutina del enésimo ensayo, mientras comía chicle sin parar: se diferenciaba poco de una secretaria que atiende clientes tras el mostrador al tiempo que se lima las uñas. Todo ello, como digo, hacía un contraste interesante y divertido, que quizá rompa la ilusión del trabajo de los artistas, su "gracia" o su "inspiración", pero que también los humaniza como los profesionales que son, sujetos a la técnica y las repeticiones tediosas.

Salvo algún momento concreto (que yo creo que fue por deferenica hacia quienes estábamos allí de público, lo cual es de agradecer -y entonces estuvo soberbia), Mariola prefirió reservarse para esta noche y cantó casi siempre a media voz (y, con todo, qué elegancia en el fraseo y los agudos), lo que acentuaba la sensación extraña y de making off que teníamos los presentes; también de intrusos privilegiados.

Quién asista esta noche probablemente viva una velada memorable en la que el Palacio de Carlos V se vendrá abajo con los aplausos.

martes, 30 de junio de 2009

La Sinfónica de Londres y la banda sonora del Festival

No he realizado ninguna estadística, pero tengo la impresión de que la música sinfónica más interpretada en el Festival ha sido la de Ravel, Debussy y Stravinski. No está mal: alguna de las obras de los primeros están, directa o idirectamente, inspiradas en Granada; es una música de gran afinidad estética con la de Falla, en cuyas fuentes bebió; y su naturaleza sonora, lánguida, sensual, plena de hallazgos tímbricos que bordean la sinestesia, resulta muy apropiada para escucharse al aire libre, en el inevitable, incomparable marco. Por eso, aunque sospechemos que las grandes orquestas programan este repertorio, aparte de por tenerlo trillado, por cierta pulsión orientalista que los lleva aquerer tocar "Iberia", "La rapsodia española", etc. precisamente aquí -ojo a la página oficial de la Sinfónica de Londres, que anuncia sus programas en Granada como "exotiques"-, lo cierto es que está también ligado a veladas memorables, de un profunde goce estético. Para mí es la genuina banda sonora del Festival, de modo que cuando escucho alguna de estas obras las asocio ya con el escenario circular del palacio, las sillerías y los granitos fatigados bajo los potentes focos, las cuestas, las luces del Albaicín, los cipreses, las adelfas o la brisa fresquita que se digna a venir de vez en cuando como un oreo.

Estos días, la Sinfónica de Londres ha venido, una vez más, con este repertorio y algunas otras obras. No ha tenido el pellizco de otras veces. Quizá por mis propias expectativas, pero creo que también porque la orquesta ha venido muy relajada y ha bordeado el bolo -comparada, por ejemplo, con la interpretación maravillosa de Los cuadros de una exposición por el Concertgebow de Amsterdam el año pasado. Sin embargo, justamente en las otras obras, el Tercer concierto para piano de Prokofiev o las dos de Charles Ives, De los campanarios a las montañas y, sobre todo, La pregunta sin respuesta, la orquesta sí ha estado a la altura esperada. Puede que por menos trilladas. Puede que porque Michael Tilson Thomas, el director, es un difusor comprometido de la obra de Ives...

Para interpretar The Unanswered question, Tilson Thomas dispuso que las cuerdas tocaran desde la sala interior del palacio que hay tras el escenario y situó la trompeta en el primer piso; los únicos músicos en el escenario fueron las maderas. Él dirigía todo el conjunto con una web cam. La obra, muy conceptual, consiste en unos acordes cósmicos reiterados de las cuerdas sobre los que la trompeta enuncia siete veces la pregunta más importante, sobre el sentido último de la vida. Las maderas ensayan seis respuestas infructuosas, cada vez más disonantes; la última vez, la trompeta queda sin respuesta... El pianissimo de la cuerda, acentuado por la disposición física de ésta fuera del recito fue sobrecogedor... ¡Se hizo el silencio! Un parecido efecto acústico con la primera obra (campanas en el escenario, batería de viento metal en el primer piso) le dio también una espectacularidad semejante. Otro gran momento mágico -de gran lirismo místico en este caso- que sumar al Festival.

lunes, 29 de junio de 2009

Ya es Festival

Llega por fin el Festival de Música y Danza de Granada: como todos los periodos de fiesta, impone su impronta cíclica frente a los días anodinos que transcurren lineales para perderse. Y como digo siempre que llega: es para mí uno de los momentos más felices del año, un tiempo verdaderamente festivo, es decir, excepcional: por la acumulación inusual de conciertos y los rituales que conllevan; por las emociones que despiertan -imagino que cualquiera que cultive una afición que tenga sus propios encuentros sabrá de qué hablo. Las calles están decoradas con carteles alusivos, con luces de colores, y parecen puestos ahí para uno. Los días comunes pasan, pero el día en que hubo un concierto memorable, permanece.

Y, sin duda quedará en la memoria el concierto de inauguración de este año, a cargo de una de las voces más importantes del siglo XX: Edita Gruveroba. Creíamos que la edad la había ido empujando con gentileza hacia el lied, y que escucharíamos el hermoso recital de una voz impecable pero que ya no es joven. Y así fue en parte. Con la salvedad de que al final se dejó caer con dos propinas belcantistas de agilidades y agudos imposibles, en un desplante torero de diva como para aclarar cualquier malentendido sobre quién es ella y cómo está su voz. Apoteósico.

También han comenzado los matinales de música antigua: el Grupo La Folía, so pretexto de conmemorar (que no celebrar) el aniversario de la expulsión de los moriscos, interpretó música profana de cancioneros de la época de Felipe III, con letras, entre otros de Lope o Góngora. Maravillosa matinée, como suele ser costumbre, y una manera única de releer grandes algunos poemas y sorprenderse del arte y el talento de los clásicos.

viernes, 26 de junio de 2009

Mario Vargas Llosa en Granada

Son días de mucho trabajo: corregir exámenes, presentar memorias, propuestas de proyectos de innovación docente... No obstante, tuve tiempo de acudir a la entrevista de "El intelectual y su memoria" que le hicieron a Mario Vargas Llosa en una hora y lugar intempestivos (el complejo Triunfo de la Universidad, a las 9:30, cuando suelen ser en la Facultad de letras y a mediodía; aún me pregunto por qué), un día antes de investirlo Doctor Honoris Causa).

El planteamiento del acto también fue novedoso: lo normal es que la entrevista esté preparada por el presentador/acompañante, en este caso el profesor Ángel Esteban. Sin embargo, éste realizó tan sólo una pregunta incial y dejó el resto al público, por lo que aquéllo fue un auténtico coloquio. Esto puede ser muy peligroso, pero he de decir que la cosa salió bien, y que el acto resultó ameno e interesante.

Como era de esperar, hubo preguntas sobre literatura y sobre política. Sobre la segunda, me pareció especialmente interesante la que le hicieron acerca de unos disturbios indígenas en Perú en los últimos días (o semanas), de los que debo reconocer humildemente que no tenía noticia, en donde al parecer ha habido decenas de muertos. Con su claridad y su talante librepensador habituales, Vargas Llosa dijo que pensaba que en este caso se había producido una de las paradojas habituales de la Historia: el motivo de éstos eran unas leyes para regular la selva que habían sido interpretadas como una amenaza a la pervivencia de las comunidades indígenas. La virulencia de los disturbios, donde la mayoría de muertos han sido policías salvajemente mutilados -aunque también han muerto indígenas por las cargas-, había conseguido que el gobierno, asustado, se retractara de su aplicación. Sin embargo, Vargas Llosa opinaba que aquellas leyes protegían por fin de facto a las comunidades indígenas, que no poseen las tierras por ley sino por tradición, regulaban aquel territorio y permitían las inversiones y la prosperidad frente al narcotráfico, dueño actual de la zona. Que los indígenas, alentados por el populismo anticapitalista tan propio de Iberoamérica, habían obtenido una derrota tras la apariencia de un triunfo, contribuyendo a perpetuar su estado de indigencia.

Acerca de la Literatura, fui muy curiosa e hilarante la historia de la publicación de su primera novela, La ciudad y los perros. Tras diversos rechazos, Carlos Barral se avino a publicarla, sugiriendo presentarla al premio "Biblioteca breve" (que ganó) para, por el prestigio, presionar a la censura. Vargas Llosa no creía que una novela así pudiera pasar ésta, pero, aparte del premio, se realizó una campaña a su favor de gente no demasiado lejana al régimen entre los que figuraron, por ejemplo, José María Valverde. Al final sólo le censuraron ocho palabras. Y allá que fue el autor a una oficina ignota a discutirlas. Una de ellas era el adjetivo "cetáceo" atribuido al vientre de un coronel: "vientre de cetáceo". Contó Vargas Llosa que, por hacer una broma que lo congraciara con el censor, propuso cambiar "vientre de cetáceo" por "vientre de ballena". Y para su absoluta sorpresa, el censor repuso que sí, que si era de ballena estaba bien. Otra era "burdel", más que nada porque era el capellán (único religoso que aparecía en la novela) el que lo frecuentaba. Por probar, Vargas Llosa sugirió cambiar a "prostíbulo". Y al censor también le pareció bien, porque esa palabra no la entendía tanta gente... Y así fue cambiando todas las palabras por sinónimos. Podéis imaginar las carcajadas del auditorio cuando contaba esto. Luego añadió que, en Perú, los militares hicieron una quema pública de la novela pero no se les ocurrió prohibirla (quizá ni siquiera sabían que podía prohibirse una novela). El resultado fue que ésta se convirtió en un best seller, porque todo el mundo quería saber por qué la habían quemado los militares.

sábado, 13 de junio de 2009

Categorías

Hace poco, un poeta contó en un acto público la anécdota que le había inspirado un poema: en el Cabo de Gata cogió un esqueje de cactus del borde de una carretera para trasplantarlo en una maceta en su casa y se pinchó. Entonces, otro poeta que estaba con él apostilló que también había cogido un esqueje de cactus en Almería del borde de una carretera para trasplantarlo a una maceta. Que el hecho de que un poeta coja una flor de un camino para ofrecérsela a la amada es un lugar literario, pero que se veía que ahora los poetas no cogían flores sino cactus, que lo hacían en una carretera, no en un camino, y no para dárselo a una amada sino para trasplantarlo en una maceta. Y que la coincidencia entre ellos dos permitía elevar la anécdota a categoría. Esto provocó las risas del público.

Tenía razón. Es una definición magnífica de la poesía que hacen: un trozo de cactus cogido de una carretera trasplantado a una maceta propia. En efecto: una auténtica categoría crítica, estética, moral, vital.

miércoles, 10 de junio de 2009

Ojos azules

Ojos azules es un cubito de caldo concentrado de Pérez-Reverte. Una pura decantación de Pérez-Reverte. Esto quiere decir que, a quien no le guste Pérez-Reverte, que ni se acerque al libro, y, a quien le guste mucho, que vaya de inmediato a hacerse con uno porque va a pasar un rato estupendo, si bien brevísimo: uno de los claros inconvenientes del libro es que es un descarado artículo de lujo a costa de la firma de éxito del autor: es un cuento de la extensión de los que regala la Rober, sólo que ilustrado y encuardernado en tapa con sobrecubierta al precio de 14 €. Las ilustraciones, por cierto, obra de Sergio Sandoval, tienen una técnica impresionante, pero las encuentro un punto cursis.

A la obrita la precede un magnífico prólogo de Pere Gimferrer, de gran perspicacia crítica (y que aporta cierto relleno de decoro). Tanto es así que voy a limitarme a copiar aquí un fragmento de éste que permite hacerse una idea cabal de lo que puede encontrarse en el relatito o miniatura, como no tiene más remedio que admitir Gimferrer:
Miniatura magistral de la escritura de Pérez-Reverte, Ojos azules me trae a la memoria cierta frase de Emerson que solía recordar Borges: comprendiendo un momento de la vida de un hombre podremos comprender toda su vida. Del mismo modo, quien lee Ojos azules no sólo percibe la vida entera del soldado que la protagoniza, sino el alcance y significación del extenso episodio épico en el que se inserta, y , en otro sentido, la dimensión de toda la numerosa, variada y rica trayectoria narrativa de Pérez-Reverte, cuyas virtudes compendia especularmente y espectacularmente en un admirable microcosmos (pp. XII-XIII).
Otra referencia interesante en el prólogo es al empleo deliberado de un registro actual y coloquial, huyendo de la tentación, absurda ya, de intentar remedar el habla de la época mediante arcaísmos etc. y que justifica muy bien la decisión de Reverte, extensible a sus otras crónicas históricas más o menos noveladas.

A mí es éste el Reverte que me gusta, y me gusta mucho: el que narra de manera suelta e informal aspectos de la historia; el de La sombra del águila, Territorio comanche, Cabo Trafalgar y la magna, excelente crónica Un día de cólera. Ello frente a sus novelas "grandes" o "serias", donde creo que resulta más forzado y encorsetado, no exento de tópicos y estereotipos sin ironía; donde trata de comunicar con subrayado excesivo una determinada idea a priori, casi siempre moral y donde sobran bastantes páginas... (Y, no obstante, su última novela, El pintor de batallas, constituye una excepción: se ha descolgado con una novela muy seria y precisa, sin retórica hueca, de calado más profundo pero que no renuncia a la trama. Si se trata de un punto de inflexión, como ya apunté Reverte está cogiendo hechuras de clásico.)

Por cierto, no terminaba de entender a qué el título de la obra: se comprende justo al final, aunque, la verdad, en el fondo tampoco hay que ser muy perspicaz para comprenderlo aun antes.

sábado, 6 de junio de 2009

Esperando a Godot

El sábado 30 fue el último concierto de la temporada de la OCG, uno familiar en el que participaba el coro. Después de éste había una reunión de representantes del coro con los de la orquesta en el hotel Saray. Rafael se quería quedar. Al final, en lugar de marcharme a casa o a alguna otra parte, yo también decidí quedarme en el hotel a esperarlo, leyendo. Rafael me dejó sus cosas, entre las que se encontraba Esperando a Godot, que es lo que estaba leyendo él en ese momento; decidí releerlo. Me atrae mucho esa idea de un tiempo muerto donde se lee una obra breve completa. Y así, a pesar del ruido circundante (el resto de mesas estaban ocupadas, y además había una boda), me sumergí en la lectura. Fue una experiencia intensa y gratificante: a pesar de la dificultad y de la abstracción de la obra, el entorno se difuminó y asistí al desenvolvimiento de esta experiencia desasosegante y moderna. Mientras leía estalló una tormenta en la calle. La verdad es que todo contribuía a generar la atmósfera precisa.

No me extraña que Beckett sea uno de los autores favoritos de Adorno; tiene todas las características de lo que éste esperaba de la obra literaria: por ejemplo, que ésta sea como la música, una abstracción cargada de sugerencias, imposible de dotar de un sentido concreto; y, en efecto, es inútil tratar de encontrar, no ya un sentido, sino cualquier sentido a Esperando a Godot: como la música, y a pesar de los referentes inevitables a la lengua, el discurso es una pura sugerencia que estalla en muchas direcciones, sustentado tan sólo en un ritmo y una estructura. Pero no sólo eso: la sugerencia o expresividad de la obra de arte tiene que ser difícil y dolorosa, mostrar la angustia del mundo. También ocurre esto en EaG, donde todo es tristeza, angustia, absurdo apenas mitigado por unas gotas de compasión y de compañerismo: así se convierte, como quería Adorno, en un foco genuino de resistencia negativa que, en su no sentido, se niega a ponerse al servicio de nada, es un puro fin en sí misma que, sin embargo, con su expresividad angustiosa, grita verdades, no por imprecisas, menos necesarias.

sábado, 23 de mayo de 2009

Tener razón

Cuando en determinados asuntos, sobre todo si son polémicos, la realidad le da a uno palmariamente la razón, yo en particular tiendo a sentirme más como abismado y vertiginoso que contento y en paz. Casi no daba crédito cuando me he enterado de que el propio LGM en persona ha saltado a la palestra contra Gamoneda descolgándose con unas declaraciones descalificatorias nada menos que a la CNN. Según parece, estas incluían valoraciones del tipo bufón del reino, Cervantes sin lectores o similares. No obstante, no he conseguido encontrar nada concreto, ha sido una noticia que me ha dicho una persona en particular. Agradeceré a alguien que me proporcione algún enlace o fuente razonable.

Un aspecto interesante de las descalificaciones de esta gente es el carácter absolutista de buena parte de ellas: no lo entiende nadie, no lo lee nadie... (no es la primera vez). Me recuerdan a Anson cuando dice "España desaprueba tal cosa", o "El pueblo español se echó a la calle para apoyar a la Guardia Civil"... Los extremos se tocan. Dan ganas de decir lo obvio: no lo leerás ; no lo entenderás tú.

martes, 19 de mayo de 2009

Benedetti, Gamoneda, y la poesía

Leo en El Mundo (información no disponible en la web) que Antonio Gamoneda, en la presentación de su último libro y ante las preguntas de los periodistas, ha dicho (con el máximo afecto a su persona -"un hombre necesario", "un ser admirable"-), que Mario Benedetti le parecía un "poeta menor". Las razones de este juicio tienen que ver con registro de lenguaje empleado por el uruguayo. Explica Gamoneda: "La palabra meramente informativa se puede encontrar en las columnas de periódicos, en televisión y hasta en los púlpitos, pero la poesía para mí es otra cosa. Menos evidente. Le pasa lo mismo a sus epígonos, cuya escritura no se incluye dentro de la verdadera modalidad esencial del pensamiento poético."

Independientemente de que lo dicho por Gamoneda sea discutible, que lo es, creo que resulta pertinente. No tanto por la cuestión formal a la que se refiere: creo que la Poesía es como la Casa del Padre: tiene muchas moradas, y caben en ella multiplicidad de registros, incluido el coloquial (y los antipoemas de Nicanor Parra, si vamos a ello). El problema de fondo es cuando desde determinados círculos poéticos que dominan las instituciones se nos quiere hacer creer que la citada poesía de tono coloquial, urbano, irónica, próxima al chiste y al cantautor, es la única que existe, y que otros poetas son necesariamente cursis, engolados o rancios (ver más abajo la réplica a las declaraciones de Gamoneda). Por eso Gamoneda, que sabe lo que dice, habla de los "epígonos" y no sólo de Benedetti.

Sin duda el tipo de poesía coloquial del que habla Gamoneda tiene mucho éxito de público -dentro de los límites inherentes al género-, pero me temo que es justamente en función de su coloquialidad y su prosaismo: resulta fácil de leer y, a la postre, fácil de entender. Como dice mi amigo Juan Varo, se trata de una poesía para quienes no les gusta la poesía ni el esfuerzo que implica su lectura; nótese que esta idea corre parejas con la de Gamoneda: quizá sí sea poesía pero, en ausencia de otras, se vuelve un sucedáneo light para consumo rápido y de digestión (satisfacción) inmediata; es decir: mera cultura de masas o, peor aún midcult. Y me temo que, desde el punto de vista de "los epígonos", la defensa de esta poesía light constituye una coartada con la que justificar la propia mediocridad en su quehacer poético, toda vez que elaborar este tipo de poesía es tan fácil como leerla y sólo se tiene en pie recurriendo, obsesivamente, casi histéricamente, una y otra vez a los modelos. Estos tuvieron su razón de ser en un determinado contexto histórico, pero a la quinta generación que sigue empleando el mismo tono coloquial, de perdedor simpático, irónico, chistoso, trastocando frases hechas y lanzando piropos prosaicos, ya resulta grotesto. No obstante, esto les ha permitido a algunos instalarse en el status de poeta sin apenas esfuerzo, reptiendo una y otra vez los mismos trucos, y sacar libros al mundo como buñuelos, según decía Cervantes.

De ahí la respuesta a Gamoneda por parte de "los epígonos", en este caso representados por Benjamín Prado y Chus Visor, característicamente matonil -contrastando con el respeto de Gamoneda-, y que también recoge El Mundo: "A Mario (ah, la familiaridad con los grandes, tan benjaminiana) no le hizo falta, como a otros, obtener el Premio Cervantes para alcanzar lectores, ni popularidad. [...] Hay ediciones en que se lo dan a poetas de segunda división como es el caso de Gamoneda, un ser sujeto al techo por telarañas y al que no entiende nadie. [...] Puede que Benedetti no sea Cernuda, pero comparado con Gamoneda es el Barça frente al Alcoyano". No es sino la reacción de defensa del propio status amenazado. Hay también en la réplica una referencia , inevitable, a Ángel González, el otro gran totem sagrado del grupo y justificador de esta poética y al hecho de que tampoco le dieran el Cervantes.

Por poner otro ejemplo: no hay más que observar los poemas que han colocado en los autobuses con motivo del Festival Internacional de Poesía de Granada, gestionado, por supuesto, por "los epígonos". Todos ellos, independientemente del autor, se caracterizan por lo dicho: empleo de un lenguaje comunicativo inmediato, ningún tipo de desvío en la sintaxis y una idea común y fácil de asimilar: lo único que ellos mismos son capaces de entender y de asimilar. Léanlos y verán cómo es cierto lo que digo.

El trasfondo es un resentimiento oculto hacia la grandeza de miras, un descreer de la posiblidad de la belleza y lafuerza de la poesía: porque todo esto cuesta esfuerzo y aleja de la fama fácil y el vivir del cuento, que no de la Poesía.

lunes, 18 de mayo de 2009

Balance del Hay Festival

El Hay Festival confirmó sus peores expectativas: creo que el año que viene no vuelven a cogerme. Ocurrió, por ejemplo, que Ridao no llegó a tiempo y la organización decidió anteponer la mesa redonda que iba después de la conferencia -la que no me interesaba. Esto se podría hasta entender, a pesar de los perjuicios evidentes (hubo gente que se tenía que marchar). Pero lo peor es que apenas dieron explicaciones (de pasada, al final del todo), y nunca pidieron disculpas: se limitaron a presentar el cambio (lo hizo Diego Carcedo) como si éste fuera el programa original y no hubiera habido ninguna modificación. Y, por supuesto, ni se planteo la posibilidad de la devolución de entradas por alteración significativa del horario. Al final, en efecto, la mesa redonda fue, como preveía, especialmente floja: Miguel Ángel Aguilar, muy ingenioso pero superficial; otro, un tal Peral, contó alguna anécdota interesante sin pasar a mayores; el peor fue otro tal Basterra, que estuvo horrendo: no dijo nada que no hubiera podido improvisar yo mismo al respecto sobre la marcha: que si la hegemonía de EE.UU. tras la caída del muro; que si "El nuevo orden mundial"; que si cómo acaba este ciclo con el 11-S, la sensanción de inseguridad de EE. UU. a partir de este momento. Que si el nefasto gobierno de Bush Jr. y los neocon; que si Obama es la esperanza por su mestizaje... Qué poca vergüenza. Al cateto de Graná no me quedé a escucharlo, me salí. Para qué. Cuando volví capté una frase al vuelo criticando al PP y me alegré de haberlo hecho: a ver cuál es la relación con el Muro. Luego por fin llegó Ridao. Sólo habló unos veinte o veinticinco minutos, porque eso sí, el tiempo sí era riguroso para finalizar (comenzar, lo hizo con retraso). Yo había pagado por una conferencia de tres cuartos de hora. No obstante, las cosas como son: estuvo bastante bien, manifiestamente superior que el resto de la mesa. Habló sin papeles (al principio me temí un bolo de la peor especie), y, a pesar de todo, el discurso tenía una estructura (puntos incluidos) y una cohesión asombrosas. Conciso y bastante interesante, probablemente dijo en ese tiempo todo lo que quería.

El coloquio entre Aguilar y Espada también fue ligero, pero alguna cosa interesante se dijo, y al menos resultaron puntuales y rigurosos en el empleo del tiempo. Savater fue divertido (hasta las carcajadas) y ocurrente como siempre, pero realmente en la conferencia no dijo apenas nada: no salió de la idea de que el progreso antes era percibido como algo positivo y providencial y ahora resultaba inquietante. No abundó, como imaginaba, en las consecuencias políticas de esta percepción con el auge de los fundamentalismos. Él, que podría encarnar el espíritu ideal de estos encuentros: divertir deleitando, también se dejó llevar por la tentación del bolo.

Lo que más me frustra del Hay Festival es la sensación de oportunidad perdida. Que tanta gente realmente preparada se junte para apenas decir cuatro lugares comunes. Al final todo queda en un negocio que explota el fetichismo y el deseo que tenemos algunos de estar cerca de nuestras estrellas intelectuales, como otros sueñan estarlo junto a las de cine o las de la canción. Pero, de veras, no creo que vuelva a picar.

NOTA BENE: Se me viene encima un pico de trabajo, cuyos efectos ya comienzo a sentir, por lo que preveo que las entradas del blog se espaciarán.

miércoles, 6 de mayo de 2009

De nuevo, Hay Festival

Vuelve el Hay Festival a Granada. Es una de esas cosas absurdas que suceden en esta ciudad, como cuando el París-Dakar comenzó a salir de aquí y pasó a llamarse Granada-Dakar: según tengo entendido, el nombre del Festival proviene de una localidad galesa donde se celebró, o se celebraba, originalmente; así que ahora se llama Hay Festival Alhambra, para diferenciar. Y el caso es que creo que se hace también (o se ha hecho, no sé si repiten como aquí) en otras ciudades del mundo. La cosa tiene un tufillo característicamente socialdemócrata -tipo forum de Barcelona- de contestatarios que se fingen en los márgenes cuando se hallan ubicados con toda comodidad en el centro mismo del poder y de la influencia y le dicen su público lo que quiere oír: que otro mundo es posible y que las civilizaciones tienen que aliarse, y alguien se lo lleva calentito a costa de la buena conciencia derramada. Encima está el precdente de la cierta decepción que fue, el año pasado, la intervención de Umberto Eco y el rumor, proveniente de una fuente fiable, de que se sugería a los ponentes que moderaran el tono intelectual para hacerse accesibles a todo tipo de públicos. Con todo, iré a cosas, claro; y pagando, que cada acto (eventos los llaman en el programa oficial, ¿ustedes creen?) cuesta cinco euros: mañana, a la conferencia de José María Ridao sobre la Caída del Muro de Berlín (a lo que no creo que me quede es a la mesa redonda de después, incluida en el precio, "de la caída del muro a la crisis del capitalismo" porque, habida cuenta del plantel de integrantes, donde incluso se ha colado un cateto de Graná, me puedo cabrear pero de verdad); el viernes, al vis a vis entre Arcadi Espada (¿pero qué hace un chico como tú en un sitio como este y con esas compañías?) y Miguel Ángel Aguilar, que hablarán sobre los blogs y su incidencia en el periodismo actual; y, ese mismo día, por la tarde, a la conferencia de Fernando Savater (éste, un pie dentro y uno fuera del tono del Festival), que tratará uno de sus temas característcos: una reflexión sobre la mala prensa actual del concepto de progreso en el sentido ilustrado del término. Veremos.

lunes, 4 de mayo de 2009

Día del libro

Por el 23 de abril, Rafael tiene la feliz costumbre de regalarme un libro que suele ser, por regla general, pequeño, excelente y caro: del tipo que uno desea con avidez pero no se atreve a comprar; lo que se dice un regalo de verdad. Este año ha sido el relato de Pérez-Reverte editado por Seix Barral en su colección (titulada significativamente) "únicos": Ojos azules. Es un cuento de apenas treinta páginas, engordado por un prólogo de Pere Gimferrer, bellamente editado e ilustrado. Por lo que se ve, relata los acontecimientos de La noche triste desde el punto de vista de uno de los soldados españoles. Es el Pérez-Reverte que me gusta: el que novela acontecimientos históricos, a lo que quizá se sume en este caso la circunstancia de que el último Reverte, en general, empieza adquirir ciertas hechuras de clásico, no necesariamente genial ni imprescindible, pero clásico.



miércoles, 22 de abril de 2009

Tres tazas

Esta mañana a las 9:30 he dado una charla sobre retórica visual en la Casa de los Tiros, dentro de un curso titulado Palabra y Arte, poema-objeto, fónico y visual, organizado mayormente por el Dpto. de Pintura de la Facultad de BB.AA. con diversas colaboraciones, entre las que se cuenta nuestro departamento. Han grabado la intervención en vídeo por lo que es posible que incluso pudiera colgarla aquí en breve.

Esta tarde a las 20:00 en el Colegio Mayor San Bartolomé y Santiago el profesor José Antonio Fortes impartirá la conferencia El lugar intelectual del Romancero gitano, con motivo de la conmemoración del LXXX aniversario de la publicación de dicho libro. Conferencia, dicho sea de paso y como quien no quiere la cosa, que llevaba programada más de un año y que de hecho se aplazó en su fecha original prevista hace unos meses. Dadas las circunstancias, se recomienda a quien piense asistir acudir con tiempo de coger sitio y llevar material antidisturbios (de protección, se entiende, casco y escudo), porque la cosa va a ser como irse de pinchos con Savater por el casco viejo de San Sebastián.

Y mañana jueves, a la sazón día del libro, a las 12:00, en la Librería Universitaria, Antonio Sánchez Trigueros presenta su libro, de magnífico título, La pluma en el dintel, una colección de críticas, prólogos y estudios literarios en el estilo informado, suelto, ameno, por momentos irónico y levemente zumbón que caracteriza a su autor.

Ese mismo día a las 20:00, en el Aula Magna de la Facultad de Medicina, se dará el estreno mundial de una composición musical: Cinco poemas del Romancero Gitano, de Jean-Dominique Krynen, a cargo de los intérpretes Laura Sabater, soprano; Ángel Jiménez, barítono; el Trío Sulayr, y Antonio Carvajal, lector. La obra estará precededa por unas palabras previas del compositor.

lunes, 20 de abril de 2009

Más agenda y tres post scriptum

El viernes tuve la deliberación del Premio de Poesía de Peligros 2009. En general, ha habido mayor nivel. No ganó mi primera opción, pero la otra había sido escogida por unanimidad por el resto y estaba entre los libros que también me gustaban. Mi primera salió segunda, pero este premio no tiene finalista.

El sábado 18 a las 10 de la mañana se ponían a la venta las entradas para la 58 Edición del Festival de Música y Danza de Granada. Para quien no lo sepa, se hace por Internet (o por fax) y se parece a las carreras de los pioneros para conseguir territorios. Se da el pistoletazo y los más hábiles (y con la conexión más rápida) clavan las estacas en los mejores asientos. El Festival es una actividad elitista para cuyo acceso hay que pasar un triple muro: tener conexión solvente a Internet; tener tarjeta de crétido (no valen ni virtuales ni de débito); y tener toda la mañana del sábado en que salen a la venta libre. Hasta las doce y pico más o menos no pude comprar la primera entrada. Ni la tarjeta ni la conexión eran mías, por cierto. Quizá por esto último, por haberme ido a casa de unos amigos que tienen más megas a probar fortuna, o quizá por la crisis, lo cierto es que a pesar de ser el año que más tiempo he tardado en acceder, al final conseguí entradas para todo lo que quise menos para un concierto: tengo para Edita Gruberova, la Sinfónica de Londres con Michael Tilson Thomas, Gardiner y su Carmen, El Royal Ballet con El lago de los Cisnes, y la Cuarta de Bruckner por Barenboim; me ha faltado justamente para el primer concierto de Barenboim, donde dirige e interpreta al piano el tercer concierto de Beethoven. Como todos los años, habrá que estar atento al tablón-mercadillo que se improvisa a la puerta de la taquilla.

Esa misma noche, concierto de la OCG. En el programa, el concierto para violín de Sibelius y su primera sinfonía. Dirigía Enrique Mazzola. Inconmensurable Uno de los (pongamos) cinco o seis mejores conciertos que le he escuchado a la OCG: qué matices, qué nervio qué cuidado en en el balance de las masas sonoras... Para mí no hay nada en un concierto como redescubrir una obra muchas veces escuchada, percibir de repente la novedad de un timbre o una modulación... La solista, Ryoko Yano, estuvo espectacular.Mazzola, un punto histriónico -físicamente una cosa entre Lex Luthor y el juez Bermúdez con diez kilos menos- comunicaba su entusiasmo, su autoridad y su convicción a la orquesta: verlo dirigir era comprender la obra a través de sus movimientos. Una maravilla. Espero que vuelva pronto y muchas veces.

P.S. 1: Mi amigo Juan Varo me escribe con la puntualización del libro que presentaba. Sinceramente a mí me interesaba más lo que él iba a decir acerca del cine, porque es uno de los críticos más agudos y divertidos que conozco y por suerte pronto existirá la prueba empírica en forma de libro. Dice Juan: Querido José Manuel: gracias por acordarte de mí en tu revisión de esta saturada semana cultural granadina: exhausted como diría John Holmes. Sólo una pequeña puntualización: el libro que se presentaba era "Emotion pictures" de Hilario J. Rodríguez, publicado por la editorial granadina el genio maligno. Un abrazo, J. V.

P.S. 2: Acabo de ver que la página del Festival ha puesto el siguiente comunicado: "La dirección del Festival Internacional de Música y Danza de Granada LAMENTA PROFUNDAMENTE (sic) el colapso habido en las dos primeras horas en el sistema de venta de entradas por Internet, iniciado el día 18 de abril a las 10.00h. Pasado el mismo, las localidades se han adquirido con total normalidad." Llueve sobre mojado: el año pasaso ocurrió también. Eso sí, Generaltickets, a pesar de dar un servicio tan negligente, no renuncia a su comisión del 5,8% ¿Para qué si nada amenaza su monopolio?

P.S. 3 Me congratula constatar que la prensa local corrobora mi opinión sobre el concierto de la OCG: entusiasta Lacarcel en Ideal (no disponible en Internet); didáctico, documentado, preciso (como siempre) y cálido Gonzalo en Granada Hoy.

sábado, 18 de abril de 2009

Semana cultural de locos

A veces, Granada es una ciudad angustiosamente cultural. La agenda para esta semana incluía algunos días más de una actividad por soirée, por supuesto incompatibles.

El martes había un homenaje a D. Emilio Orozco (una de esas figuras que no pueden mencionarse sin el don); incluía una conferencia de su discípulo Antonio Sánchez Trigueros y luego un recital de poemas barrocos a cargo de los poetas Antonio Carvajal y Juan Carlos Friebe, Dionisio Pérez, Ada Almeida y un servidor: Góngora, Quevedo, Lope, Pedro de Espinosa, Luis Carrillo y Sotomayor, Soto de Rojas, Luis de Arguijo y Camões. Ese mismo día, también había una lectura de la poeta Ángeles Mora: divisi de amigos y conocidos.

El miércoles continuaba el homenaje a D. E. O. con una mesa redonda de cardenales hablando del Papa Magno que fue: Juan Carlos Rodríguez, Antonio Sánchez Trigueros, Ignacio Henares Cuéllar y Domingo Sánchez Mesa. Pero es que en la Catedral se podía escuchar uno de los conciertos más importantes de los últimos años en la ciudad, Festivales incluidos: El Gabrielli Consort con su director Paul McCreesh presentaba su último disco, interpretando algunas obras de éste gratis total. Yo, ay mísero de mí, ay infelice, estaba resfriado. Y no fui. Un concierto así en Granada requiere, como mínimo llegar un poco antes de una hora antes (mi teoría es que hay un momento de coupure en el sentido althusseriano del término: previo a éste hay una cola de cuatro gatos melómanos irredentos y parece que no va a acudir nadie más pero, llegado un instante concreto, te paras a atarte un zapato y cuando te incorporas la cola le da la vuelta a la Catedral). Ese día, aparte de frío, llovía sin clemencia: no era para estar guardando cola a la intemperie ni luego estar sentado en una Catedral de belleza tan fría. Me lo perdí y lo lamentaré el resto de mi vida, porque de momentos como estos es de lo que la vida verdadera está hecha. Por lo menos esa noche vi en casa una de las mejores películas de que he disfrutado en mucho tiempo: Los increíbles.
El jueves, Juan Varo presentaba un libro sobre cine a las 19:30, y a las 20:00, la poeta María Victoria Atencia daba un recital en el ahora hotel Palacio de los Patos. Dos excelentes citas a las que tampoco acudí: seguía haciendo frío y yo no me encontraba mucho mejor. Vi un corto anejo a los increíbles: Jack-Jack attack: lo que le sucede a la canguro con el crío pequeño mientras la familia se halla batallando en la isla del malo: no desmerece a la película.
A esto hay que sumar las actividades particulares del viernes, de carácter personal, y lo de hoy, sábado, que requiere de una nueva entrada.

lunes, 13 de abril de 2009

jueves, 9 de abril de 2009

Los planos rotos de Almodóvar

Si tuviera que definir la ambivalencia que me ha producido Los abrazos rotos podría hacerlo con la frase de una canción de Serrat que dice algo así como "me gusta todo de ti pero tú no". La película explica muy bien per negationem lo que es una estructura y cómo una obra de arte lo es por excelencia: en Los abrazos rotos se produce una sucesión de escenas magníficas -una de ellas me parece una de las cumbres del cine de Almodóvar-, de interpretaciones soberbias (la de José Luis Gómez es una de las mejores que he visto en mucho tiempo), de atinadas referencias cinéfilas, de juego de espejos..., pero que no terminan de funcionar juntos. Como sucedía en La mala educación, la impresión final era de que se contaba de una manera formalmente muy compleja una historia tan sencilla que casi no era historia y que, por tanto, lo que le interesaba al director era el alarde formal en sí, lo que comunicaba a la película un aire forzado y fallido en contraste, por ejemplo, con Volver, que fluye como dotada una gracia natural y donde parece que no sobra ni falta nada. Y, no obstante, en La mala educación, al final de esa complejidad se percibía un trasfondo que la justificaba en parte: explicar las relaciones entre la realidad y la memoria, simbolizada mediante el acto de convertir en película los propios recuerdos. Sin embargo, en Los abrazos rotos nada parece justificar el montaje en forma de rompecabezas, aparte de que éste en sí no funciona: el resultado final carece de ritmo y hay demasiados flecos que se quedan sueltos (sobre todo el del personaje de Ernesto Martel jr.). Da la impresión de que en el proceso de descubrimiento de la historia, al desarrollar el guión o durante el propio rodaje, la trama no termine de cuajar -las piezas de encajarse- pero Almodóvar haya continuado por pura obstinación; quizá porque hay un momento en que una película está tan avanzada que, simplemente, ya no puede pararse o abandonarse; la frase final de ésta, "las películas hay que terminarlas aunque sea a ciegas", parecería confirmar esta idea y ser una suerte de justificación de un director que no sólo no es tonto sino quizá excesivamente consciente de su trabajo.

lunes, 6 de abril de 2009

Slumdog Millionaire y los valores universales

Por lo que respecta a la cuestión poscolonial, Slumdog Millionaire adolece del rasgo más característico que señala esta teoría crítica: la exhibición en la película de un mundo no occidental en todas sus peculiaridades, exotismo y colorido -aparentemente, por tanto, como una invitación a descubrir lo otro- pero donde la ideología y los valores que mueven a los protagonistas son plenamente occidentales; aquellos se presentan así como lo natural y lo extrapolable a cualquier realidad del mundo; se trata del discurso casi siempre interesado de que el hombre o, directamente, el alma, la naturaleza, etc. humana es, sustancialmente, idéntica en todas partes: en el fondo, por diferentes que parezcan, son como nosotros.

Las dos líneas de fuerza de la película apuntan en esta dirección. En la primera, la historia de amor, comprobamos que el protagonista encarna la idea occidental de amor romántico en todo su esplendor. No obstante, en ningún momento se nos permite plantearnos si su educación musulmana en el contexto de la India (misoginia, castas, matrimonios concertados) hace verosímil en Jamal esa idealización de la amada, la búsqueda de su felicidad a costa de la propia, su consideración de compañera en igualdad de condiciones etc. Quizá es verosímil porque Jamal ha visto esos comportamientos en películas occidentales que ya forman parte de su educación sentimental pero, en cualquier caso, la película no lo plantea así, sino simplemente como el comportamiento esperable en el protagonista de un melodrama romántico. Por cierto, por lo que respecta a la actitud pasiva de ella, como princesa a la espera de ser rescatada, la teoría feminista, que corre parejas a la poscolonial, también tendría muchas cosas que decir...

La segunda línea de fuerza plantea a lo largo de toda la película una idea típicamente "oriental", dando a la historia un toque de exotismo y magia: la idea de que el destino de Jamal "estaba escrito": al principio de la película se plantea, a modo de pregunta del concurso, la cuestión de por qué Jamal consigue lo que consigue y esa es una de las posibles respuestas. El presentador del programa enunciará la misma idea después; Jamal la hará suya y, al final de la película, vuelta a formular la pregunta, aparecerá marcada como la respuesta correcta. Sin embargo, toda la historia es un desmentido radical a este presupuesto: si algo es SM es el triunfo de la voluntad individual de Jamal frente a la adversidad del destino. En una de las mejores escenas de la película, la de la letrina, se caracteriza con gran acierto a Jamal como alguien dispuesto a cualquier cosa para lograr lo que desea. Así, so capa de un fatum oriental, lo que la película plantea en realidad es justo la idea occidental contraria, cuya máxima expresión es el sueño americano: que con esfuerzo y voluntad se pueden superar las barreras de clase, lo que desplaza la atención de la existencia de éstas en sí y las difícultades reales de romper dichas barreras.

La mezcla entre la tenaz voluntad individual y el "estar escrito" emparenta a Slumdog Millionaire con El Alquimista de Paulo Coelho, donde se dice (cito de memoria): "Cuando deseas algo de veras el universo entero conspira para que lo consigas" y la confirma como una película destinada a enviar un mensaje complaciente por esperanzador, al gran público.

jueves, 2 de abril de 2009

Slumdog Millionaire o que todo cambie para que todo siga igual

El otro día vi por fin Slumdog Millionaire. Hacía unos días que en clase había terminado de explicar tanto el concepto de midcult como la teoría poscolonial. Una pena: de haber visto antes la película, se la habría indicado a mis alumnos como ejemplo de lo primero, y hubiéramos podido realizar un análisis de ésta en términos de lo segundo.

Según Dwight MacDonald, una obra de arte es midcult (peyorativamente, "de cultura media") cuando toma prestados al "arte elevado"-sobre todo a la vanguardia pero no sólo- elementos que ya han sido asimilados para crear un producto destinado a las masas pero con un tono de "calidad". Surge así una obra en apariencia original y transgresora, pero en realidad pefectamente domesticada y consumible por el gran público, que no sólo no rompe sus expectativas -como sí hace el arte verdadero- sino que las refuerza, y, aparte del placer que le produce la obra en sí (que lo tiene todo para gustar), el espectador medio obtiene el placer añadido de verse a sí mismo consumiendo una obra "rompedora", "independiente", etc. Que todo cambie para que todo siga igual, como dijo el clásico; el producto de siempre con un maquillaje de modernidad. Pues bien, esto es Slumdog Millionaire.

S. M. tiene un cominenzo in media res, una factura visual fragmentada, con destellos de imágenes y montajes paralelos, sobre todo al principio, sin haber dado información suficiente al espectador, una estructura en forma de flashbacks, y escenas oníricas, deformadas, planos inclinados... (por cierto, todo ello impecablemente realizado, las cosas como son). Todo reconocible como "alternativo", pero nada que pueda sorprender verdaderamente al espectador medio. También tiene sus gotitas de cine social y de denuncia, pero sin que tampoco lleguen a incomodar, y su posible crudeza va debidamente diluida en la necesaria ternura, emoción, compasión y, sobre todo, la idea implícita de que con la debida voluntad y limpieza de corazón, es posible salir de ahí.

Ahora bien, tras este maquillaje moderno (ma non troppo) se oculta una red de clichés dispuesta a desmentirlo y a darle al público lo que quiere: una historia de un amor más fuerte que todas las dificultades (amor vincit omnia) que comienza además desde la infancia. El hermano amigo-rival, alter ego, en perpetua lucha contra su tendencia al mal y que acaba por redimirse (¿habrá visto Raza, Danny Boyle?). La princesa que tiene que ser rescatada. El soberbio (el presentador) que humilla al protagonista humilde quien, conforme aprende y adquiere aplomo acaba por humillar al soberbio (y cómo disfrutamos con ello). Te espararé en la estación a las cinco (ay, Ilsa, siempre nos quedará Bombay). Etcétera. O sea: los mimbres del melodrama de toda la vida.

La pirotectnia visual no puede ocultar la férrea estructura de guión clásico de Hoollywood: el diseminar detalles aparentemente irrelevantes para luego, al final, recogerlos: Rafael, que es siempre muy listo para esas cosas, supo desde el principio cuál sería la última pregunta del concurso. La advertencia del hermano redimido a la princesa: "por el amor de Dios [ah, el énfasis], no te separes del teléfono" (un estilema puro del cuento de hadas); el plano detalle del móvil dejado en el asiento. Y el público, siempre tan perspicaz: fue aparecer dicho plano, y exclamar una mujer, al fondo de la sala: "ay, que se lo va a dejar". Y luego, cuando el protagonista escoge el comodín de la llamada: "ay, que la va a llamar a ella". A la señora no se le escapaba una, menos mal que estaba allí para aclarárnoslo al resto: era sin duda la receptora modelo de la película.

¿Cómo una película "independiente" ha podido triunfar en los óscar estando Benjamin Button, quintaesencia del cine de la academia americana?, preguntan asombradas algunas almas de cántaro. Porque SM es una película de una completa ortodoxia hollywodiense con un lavado de cara. Que todo cambie para que todo siga igual.

En conclusión: la obra está muy bien llevada: técnica y artísticamente es impecable, está claro que el director es un profesional de la cosa, y se deja ver. Pero está concebida tan descaradamente para gustar, en el peor sentido del término, para llevárselo calentito en la taquilla y en la crítica más impresionable y acomodaticia, que resulta decepcionante.

miércoles, 25 de marzo de 2009

Un poema de terror

En el recital del otro día se leyó un poema de Juan Ramón que me resultó muy sugestivo e inquietante mientras lo escuchaba. Luego, en casa, lo releí y confirmé la impresión. Se trata de un poema con anécdota y me recordó, en su mezcla decadente de erotismo, ensueño, amenaza y muerte, a algunos pasajes de Drácula y, como ellos, me produjo hasta un cierto escalofrío. Creo que podría hablarse de un poema de terror en toda regla, y se me ocurren pocos precedentes (por lo general, en ellos lo lírico supera a lo terrorífico). Aquí el equilibro es perfecto. Lo copio a continuación. Pertenece al libro Jardines lejanos, en la sección "Jardines galantes".

Somos tres: Magdalena, Francina
y yo. Nadie nos ve... Las estrellas
están tristes. La luna ilumina
de tristeza el blancor de las bellas.

Huele a rosas abiertas. Los gnomos
de las fuentes en luz, han huido...
Magdalena, Francina y yo, somos
la visión de este parque dormido.

...Yo no sé lo que somos... Las bocas
de ellas ponen su fiebre en la mía.
Tengo miedo... Parecen dos locas
que me quieren volver la alegría.

Tengo miedo... Sus bocas me hieren
como bocas de víboras... Rojos
fuegos tienen sus ojos... ¡Ay! quieren
que esta noche yo cierre mis ojos...


viernes, 20 de marzo de 2009

La música de Juan Ramón Jiménez

El pasado miércoles, la Cátedra Federico García Lorca organizó un acto precioso, una de esas ideas a la vez originales y evidentes que al verlas materializadas nos hacen pensar cómo no se han hecho antes: aprovechando que dos libros de la poesía primera de Juan Ramón Jiménez (Arias tristes y Jardines lejanos) incluyen al comienzo de sus distintas secciones las partituras de algunas piezas musicales (característicamente lánguidas y de salón) a modo de cita con la que marcar el tono de los poemas, se montó un concierto-recital consistente en interpretar dichas obras y leer algunos poemas de cada sección. La música (Elogio de las lágrimas, Serenata, Tú eres la paz, de Schubert, la Gavota de Gluck, Dolor sin fin de Schumann y una Romanza sin palabras de Mendelsssohn), casaba a la perfección con los poemas de triste dulzura y romanticismo un punto ingenuo del primer Juan Ramón:

Un piano ha llorado, a lo lejos,
la serenata de Schubert

El piano que ha llorado
la divina serenata,
me ha matado dulcemente
en la noche perfumada.

Y al triste son de sus notas,
muerto y solo con mis lágrimas,
he descendido al jardín
a consolar a mi alma.

Dulce piano, ¿qué tienes
dentro de ti, que así matas
al corazón que te escucha
tras la entreabierta ventana?

¿Qué es eso que desde ti
tan tristemente me llama
y me hace bajar llorando
al jardín lleno de almas?

La noche sufre en silencio;
tibia noche de nostalgias
¡qué amarga es tu primavera
de brisas y de fragancias!

¿Quién piensa en el cuerpo? Todo
esta noche tiene lágrimas,
las estrellas están tristes,
la luna muerta, y el agua

de la fuente llora tanto
que da fatiga escucharla:
lloraré como la luna
y las estrellas y el agua.

Hay que llorar... El piano
preludia ya otra sonata;
mi corazón siente frío;
noche, llévate mi alma

a donde vayan las notas
del piano, a donde vayan
tus tenues brisas, a donde
vayan tus finas fragancias.


Para terminar, y conmemorando el centenario de la muerte de Albéniz, se recitó el impresonante poema escrito por Juan Ramón a la muerte de aquél, "A Isaac Albéniz en el cielo de España", uno de cuyos versos dice: "Sevilla, Triana, El Puerto...", y a continuación se interpretó, de Albéniz, justamente Sevilla, Triana y El Puerto, a las que se sumaron para concluir el concierto, Rondeña, y Polo.

El recitado de los poemas corrió a cargo de quien tuvo la idea, a la sazón director de la cátedra, Antonio Carvajal. Los pianistas fueron Javier Cembellín y Belén González Domonte. Es de justicia señalar, sin menoscabo de la magnífica interpretación de aquél, que la pianista estuvo soberbia, una de las mejores interpretaciones que yo haya escuchado en tiempo: fraseo elegante y giusto en el Gluck, para cambiar completamente de atmósfera (pedal y ensoñación) en Schumann; y Albéniz... Ah, Albéniz: casi increíble la limpieza y precisión sonámbula de toda la trabazón de filigranas diabólicas de la Rondeña. Una velada para recordar. Que haya muchas más, amén.

lunes, 16 de marzo de 2009

domingo, 15 de marzo de 2009

jueves, 12 de marzo de 2009

Festival '09

Ya se ha hecho pública la programación de la 58 Edición del Festival de Música y Danza de Granada. Se mantiene la calidad más que razonable de las ediciones anteriores. La estrella de este año, con el permiso de Edita Gruberova, que abre el Festival, y del Royal Ballet con Tamara Rojo, será el poliédrico Gardiner, que viene a hacer una Carmen completita (pero de concierto) con su Orquesta Revolucionaria y Romántica y el Coro Monteverdi. Para mi sorpresa, no percibo mucho entusiasmo entre mis amigos melómanos, que quizá están más acostumbrados al Gardiner barroco, pero yo ando ya relamiéndome con anticipación. Por cierto que también viene la Sinfónica de Londres a dar uno de esos conciertos entre colonialistas y paternalistas que caracterizan a las formaciones sajonas de calidad que nos visitan, y que incluyen siempre las más célebres músicas "españolas" compuestas por no españoles, como si no pudiéramos apreciar otra parte del repertorio internacional: Debussy y Ravel esta vez, como podrían haber sido Chabrier, Glinka, Rimsky-Korsakov o el propio Bizet. Que son piezas extraordinarias la mayoría, sí, pero cansa escucharlas un año tras otro.

Por cierto, al hilo de la presentación de la edición del Festival de este año, Rafael ha escrito una magnífica entrada sobre la imagen de éste, pertinente y cargada de razones.

martes, 10 de marzo de 2009

Críticas teatrales

Granada digital nos ha conseguido a Rafael y a mí sendos pases de prensa para el Teatro Alhambra. A cambio, él hace una fotografía (con lo que los cinco primeros minutos de la representación tiene que pasarlos de pie, en el pasillo), y yo escribo una crítica para el diario. Por eso la entrada de ayer.

Durante el parón del blog fuimos a más obras; escribí las críticas y Rafael hizo las fotos. Dejo aquí los enlaces, a sumar al que ya publiqué en su momento.

Cuéntame o qué me estás contando. (Sobre la obra ¿Próxima cita, hotel Paraíso).

La tortuga le gana de nuevo a Aquiles. (Sobre la obra La tortuga de Darwin). [Ahora que lo pienso, ninguna tortuga gana nada nunca a Aquiles stricto sensu, pero creo que se entiende la alusión a la conocida paradoja de Zenón].

Sí pero no lo soy. (Sobre la obra homónima).

Una de las veces no asistí a la representación (la obra era Hermanas) porque coincidía con un concierto de la OCG. Rafael fue con nuestra amiga Patricia Latorre, que escribió una estupenda crítica en mi lugar: "Hermanas" en el teatro Alhambra.

lunes, 9 de marzo de 2009

El dúo de la Africana

El pasado viernes estuvimos viendo en el Teatro Alhambra la obra El dúo de la Africana, por la compañía Teatre Lliure. Dejo aquí la crítica que he escrito para el periódico Granada Digital, a la que acompaña una fotografía estupenda de Rafael tomada durante la representación. Si podéis ver la obra de viaje por alguna otra provincia española, no lo dudéis.

martes, 3 de marzo de 2009

Parque Natural Cabo de Gata-Níjar

Desde el sábado hasta el lunes Rafael y yo hemos pasado unos días en el Parque Natural Cabo de Gata-Níjar con unos amigos, en la casa que una de ellos tiene en San José. En el paisaje hay una mezcla extraña de belleza y desolación, naturaleza prístina y sordidez -prósperos plásticos y rescoldos de la pobreza que fue-. Dejo algunas fotos que he hecho.

El cabo de Gata.

La luz del atardecer en el que visitamos la Isleta del Moro propiciaba unas fotografías que ahora me recuerdan las postales religiosas de mi infancia, aquellas en las que un paisaje se acompañaba de la correspondiente reflexión o exhortación piadosa.


Sólo el amor verdadero permite extender las alas y echar a volar


Quien se afirma en Ti, nada ha de temer


¡Hazme a mí también pescador de hombres!

Había muchas gaviotas. Conforme oscurecía, el mar se confundía con la arena y la roca. También descubrí a uno de los actores de La historia interminable en su retiro dorado en la costa de Almería.

Para saber más, una completísima entrada de la Wikipedia sobre la localidad de Níjar.

jueves, 26 de febrero de 2009

Libros que llegan: Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño

Para conmemorar su cuarenta aniversario, la editorial Anagrama ha decidido sacar una colección de quiosco con cien de sus títulos más representativos, tanto de narrativa como de ensayo, con el diseño característico de sus libros, pero editados en cartoné plastificado color oro viejo (la manía de los diseñadores de colecciones de quiosco de suplir la supuesta inferioridad del producto con una suerte de suplemento en oro, falsa piel o filigrana). Tras las preceptivas ofertas de lanzamiento, que incluían un libro-catálogo ad hoc con información sobre Jorge Herralde, la editorial, las obras y los autores seleccionados, cada ejemplar se venderá a 9,95 euros.

El otro día compré Los detectives salvajes, de Roberto Bolaño: una de esas novelas que, por la sinopsis, el comienzo, las referencias y algún precedente, sé de antemano que voy a disfrutar. Por lo que respecta a la colección, algunos títulos merecen la pena, por precio (como es éste el caso) o por ser ya díficiles de encontrar; no obstante, la colección en sí tampoco es la panacea: como otras semejantes, aun la solidez de la encuadernación, en algunos casos (he visto otros libros), el papel es malo y los márgenes, infames; los mismos títulos en la propia edición de bolsillo de Anagrama son más baratos y de mejor calidad.

domingo, 22 de febrero de 2009

Juaristi lee a Croce

Hoy publica ABC un interesante artículo de Jon Juaristi titulado "liberales (2)" donde éste da una breve noticia del pensamiento político de Croce en cuanto liberal. Juaristi se detiene en concreto en la idea crociana de que el fascismo es "la continuación del socialismo por otros medios", en lugar de, como pretendería la propaganda izquierdista, consecuencia de un liberalismo exacerbado.

«Creo que fue Daniel Bell, aunque puede que me equivoque, quien, a la observación de algún progre europeo acerca de la frecuencia con que el fascismo planeaba por encima de los Estados Unidos, replicó graciosa y raudamente: "Planear, lo que se dice planear, es posible. Pero siempre toma tierra en Europa"».

sábado, 21 de febrero de 2009

Libros que llegan: Las aventuras del buen soldado Švejk, de Jarsolav Hašek, e Introducción a los estudios literarios, de Remo Ceserani

Ha llegado por fin el pedido de este bimestre de Círculo de lectores: Las aventuras del buen soldado Švejk, de Jarsolav Hašek. Tenía mucha gana de tener esta novela, inencontrable en español hasta que la ha sacado Galaxia Gutenberg (creo que existía una edición agotada, traducida de la versión francesa, no del original checo): es una de las más encarecidas recomendaciones de Milan Kundera, que la considera uno de los grandes logros de la novela europea, a juicio de este autor una suerte de gran árbol cuyas raíces son Rabelais y Cervantes: ésta novela, con su toque de picaresca, humor, ironía, digresión e inverosimilitud entoncaría -por seguir con la metáfora-, según Kundera, directamente con estos dos autores aunque incorporando, claro está, elementos y cualidades propias de su siglo.

Según me ha dicho el agente de Círculo, ha tardado en traerme la novela porque estaba agotada: ha sido uno de los libros más solicitados por los socios. Sin duda una excelente noticia. Teniendo en cuenta el éxito precedente de Vida y destino, parecería que determinadas grandes obras, en contra de lo que pudiera parecer, además resultan rentables. (otra cuestión es si además se leen o no). Ahora bien: según me siguió contando, las otras dos obras que también se habían agotado son Crepúsculo (lo cual es comprensible), y ¡Bacalao!, un libro de recetas dedicado exclusivamente a este pescado. Las aventuras del buen soldado Švejk, Crepúsculo y ¡Bacalao!: cosas de la cultura de masas.

Esta semana también he comprado por motivos de trabajo (sin que sea incompatible en este caso con el placer) Introducción a los estudios literarios de Remo Ceserani, Barcelona: Crítica, 2004. Ya he picoteado en algún capítulo, y el índice presentan buen aspecto, pero tampoco puedo decir mucho más.




miércoles, 18 de febrero de 2009

El hecho diferencial

Habiendo sabido los catalanes que Romualdo quería dejar su país, resolvieron impedírselo y el único medio que les ocurrió fue matarle, para aprovecharse al menos de sus reliquias, pero tanta devoción no plugo al santo, usó de algún ardid y escapó. Fallecido Romualdo en otro país de causa natural años más tarde, los catalanes decicideron ir en expedición para hacerse con las reliquias, pero fueron tantas las disputas entre ellos para ver quién iba y quién no iba y quién sería el que las transportara al regreso, que cuando llegaron al lugar donde reposaban, no encontraron resistencia de los naturales, porque las polillas se las habían comido.

(De El Bestiario de Ferrer Lerín, Barcelona: Galaxia Gutenberg, 2007, p. 37)

Para que luego digan que no existe el hecho diferencial de Cataluña, cuando se ve que el tener malos gobernantes es allí incluso legendario.

lunes, 16 de febrero de 2009

Los libros del ciclo Neruda

Y como estaba previsto, el pasado viernes se presentaron los dos libros auspiciados por el Ayuntamiento de Peligros para conmemorar el teatro: la antología poética de Pablo Neruda Se desata mi voz, y la selección de catorce poemas inéditos en homenaje a Neurda Corazón de casa.


Fotografías tomadas de Rafa Simón, autor del diseño y maquetación de ambos libros.

Por un momento pensamos que la antología no estaría lista para la presentación, pero al final lo estuvo. La sensación de tener entre las manos el libro impreso que uno mismo ha elaborado, "fresco de tinta y tierno de papel", como dijo el propio Neruda, produce un entusiasmo, una alegría del espíritu difícilmente descriptible.


En la presentación, leyeron su poema inédito algunos de los autores participantes en Corazón de casa. Después, yo mismo leí algunos poemas de Neruda. Quedó un acto emotivo y vibrante: una hermosa celebración de la poesía.

Tras esto, el sábado, se clausuraron los actos del ciclo con la entrega de premios a los concursos convocados de cartas de amor y micropoemas por SMS, una intervención de los alumnos de los distintos centros educativos de Peligros y un concierto a cargo del grupo Trovamundos. El teatro de Peligros, esa suerte de trasatlántico de la cultura, ha soltado definitivamente amarras.

viernes, 13 de febrero de 2009

El calendario de las preguntas de Neruda

Aparte de todas las actividades (que no son pocas), el Ayuntamiento de Peligros quería también que el calendario que reparten todos los años entre los vecinos y allegados al pueblo tuviera relación con Neruda y el teatro. La idea de partida era la evidente: un poema por mes con su correspondiente ilustración. Después de desechar el desarrollo más obvio de la idea, esto es, poemas alusivos a las estaciones, entre otras cosas porque los que iba encontrando tendían a ser muy largos y no me gustaba la idea de poner fragmentos, se me ocurrió utilizar una de las obras póstumas de Neruda, El libro de las preguntas, una colecciónde poemas breves y deliciosos (que a veces lindan con la greguería) construidos a base de preguntas. La justificación de por qué estos poemas para un calendario está en este texto que le sirve de pórtico. A partir de aquí, Rafael se encargó de realizar doce preciosas ilustraciones (verdaderas metáforas visuales al hilo del texto) y diseñar el calendario en general acorde con la imagen del teatro. Y así nos salió El calendario de las preguntas de Neruda:

Fotos tomadas del flickr de Rafa Simón

Si queréis uno, podéis pedírmelo a mí o pasaros por el Ayuntamiento de Peligros.

jueves, 12 de febrero de 2009

Blog de Juan Mata

Acabo de descubrir casi por casualidad que el profesor Juan Mata -quien dará el recital poético de esta tarde en Peligros- tiene un estupendo blog de literatura y libros titulado Discreto lector en el que ha escrito una entrada hablando del recital de Andrea Villarrubia del pasado martes y, en general, del ciclo de Peligros.

Os sugiero que no os conforméis con leer dicha entrada y que picotéeis aquí y allá a través de sus etiquetas como he hecho yo: los amantes de la lectura pasaréis más de un buen rato. Incluyo el blog en mi lista de favoritos cuyas actualizaciones pueden leerse directamente desde esta página.