Nueva crítica de teatro para
Granada Digital. Esta vez de
La casa de Bernarda Alba en la versión realizada por
TNT-El Vacie con gitanas analfabetas del barrio de las tres mil viviendas y que ha tenido, por razones obvias, cierta repercusión en los medios. Pensé en titular la crítica
El coño de la Bernarda, pero este tipo de cosas, ay, ya no puede hacerse.
Al final de la función, entre los aplausos y la mirada paternalista de la única actriz profesional que actúa en la obra (y que la organiza y dirige), la actriz que hacía de Bernarda se dirigió al público: Queremus dedicá la obra a ese muchachu, García Lorca, qui disen que estaba mucho con gitanus. Literal, más o menos. El mito crece.
¡Calla, paya!