domingo, 8 de mayo de 2011

El bluff ninja

La crisis ninja y otros misterios de la economía actual es un claro ejemplo de libro-pelotazo: su origen es un breve texto del autor, Leopoldo Abadía, explicando el origen de la crisis financiera que circuló con gran éxito en internet -efectivamente muy interesante y clarificador- y que ocupa desde la página 20 a la 34 del libro. ¡14 páginas! El resto, 204 páginas, es un puro relleno para componer un volumen  que vender a un precio razonable. Con todo, eso no es lo peor: lo peor es el tono increíblemente simplón y simplista del discurso general (a excepción del citado texto sobre la crisis): trata a los lectores de imbéciles explicandoles, como a niños con un severo retraso cognitivo, obviedades; y finge hacerlo con el recurso de fingirse el propio autor, en una descarada captatio benevolentiae, como alguien que tampoco sabe mucho y que tiene que ir preguntándolo todo por ahí. Si del hecho de que este libro haya sido uno de los más vendidos de los últimos tiempos pudiera deducirse el nivel intelectual del lector español sería para preocuparse. El tono es tan empalagosamente optimista y humilde que al final crea una especie de chantaje moral: parece que si criticas este libro, como yo lo estoy haciendo, eres una especie de cínico sin corazón. Puedo imaginar al autor, un simpático anciano con cara de monja, leyendo esta crítica y asintiendo de modo complacido y paternalista, y luego replicar a ello con algún tipo de elogio indulgente, perdonándome, comprendiéndome, como el remedo de un personaje salido de una película de Marisol. He conocido gente así. Dan grima y, al mismo tiempo, uno, chantajeado, quiere que lo quieran. Terrible.

Por si fuera poco, Abadía, usando como camuflaje el citado optimismo humilde, deja ahí, como quien no quiere la cosa (pero queriéndola), un discurso moralmente reaccionario (sobre el que se previene incluso con ironía: "¡Qué horror! Una norma moral objetiva", titula un apartado, p. 135); discurso tramposo que mezcla conceptos válidos (pero obvios), como la necesidad del esfuerzo, la responsabilidad y los valores éticos compartidos, con colar de rondón la idea de que dichos valores provienen de una suerte de moral natural objetiva que, casualidad, viene a coincididr con la propugnada por el catolicismo; el libro incluye incluso una parte final de consejos tan obvios como ñoños para las parejas, donde el transfondo oscuro consiste en dejar bien claro que éstas están naturalmente compuestas por un hombre y una mujer. En este sentido, lo único divertido es cómo, en idéntico tono buenista, le arrea unas críticas tremendas desde el sentido común a los años de gobierno de Zapatero, sin nombrarlo y sin acritud, pero entendiéndosele todo. Oye, a lo mejor así, sin dar nombres, es capaz de convertir a algún hooligan de esos que están contra el gobierno sin saberlo, y que dicen las cosas que dice Rajoy mientras no se lo nombres...

Un libro para usar y tirar. Casi mejor para tirar sin usar. En realidad, lo mejor es hacerse con el informe inicial y tirar el resto.

Entretanto, el autor ha escrito otros dos tres libros más, me parece que sin tanto éxito.

3 comentarios:

Pedro RC dijo...

Aquí el que no corre vuela. Forrarse escribiendo un libro sobre cómo se forraron otros y le dieron por culo a muchos es un buen plan. Ha terminado haciendo anuncios (¡de gasolina!), se lo ha montado bien. A mí lo que me sorprende es que se explica como el culo (por lo menos en la tele). En fin, no es que pensara leerlo, ni mucho menos, pero me alegra constatar que es la publicación oportunista que parece a kilómetros.

Anónimo dijo...

Un comentario simplista... a lo mejor le tienes envidia, porque con una idea simple ha conseguido un éxito que quizás usted no alcance. Espero que acepte mi comentario sin ofenderse igual que usted ha opinado de un autor y con peores palabras. Un saludo.

Anónimo dijo...

ya te gustaría a tí tener no sólo la capacidad de poder explicar y por tanto de poder haber comprendido con claridad, sino también la praxis, la del éxito conseguido. Y como te dedicas a eliminar los comentarios que no te gustan en vez de intentar un poco de argumentación, pues no digo más, no interesa. Haz un poco de ejercicio y deja de mirarte tanto el omphalos